lunes, 15 de febrero de 2010
NAVE ALFA, FEBRERO 14, 2010
NAVE ALFA, FEBRERO 14, 2010
de Frank
¡Saludos desde la Nave Alfa!
Estamos nuevamente de vuelta, esperando que todos ustedes estén contentos y felices con estos comunicados que les entregamos a través de nuestro canal. Nuestro querido canal tiene un deseo que le ha surgido desde su interior, y que nosotros, desde la Nave Alfa, corroboramos plenamente. Su nombre, dado por sus padres biológicos, es Cristian, no obstante, siente que desea cambiarlo por Kris-Won, y ser conocido así a partir de ahora como canal de nuestros mensajes para todos ustedes. Él sabe por qué ha elegido este nuevo nombre, no obstante, nosotros preferimos no dar a conocer públicamente el motivo de su elección, ya que no deseamos que las fuerzas del otro lado puedan utilizar esa información en provecho propio. Hay un motivo, y él lo conoce, pero les diremos que, de momento, estas canalizaciones las firmará como siendo recibidas por Kris-Won. Simplemente eso.
Alguien preguntó hace algunas semanas (a nosotros no se nos escapan esas cosas) quiénes componían la tripulación de la Nave Alfa, de dónde veníamos y también si los cisnes provenían de la Constelación del Cisne. Para la última pregunta, la respuesta es que sí, naturalmente, los cisnes son todos los que habitan la Constelación del Cisne, y que los están visitando a ustedes para echarles una mano en su progreso ascensional. Los cisnes son seres muy hermosos y de muy alta evolución, y se caracterizan principalmente por su elevado entendimiento en la ciencia y en las artes. Son grandes matemáticos y físicos, y su creatividad a la hora de construir aparatos mecánicos movidos por energía magnética e isotrónica supera a la de cualquier otra civilización de su universo local. Ellos los ayudan a ustedes principalmente influyendo en sus mentes para que mejoren sus conocimientos en física cuántica y para que avancen tecnológicamente, pues aunque han progresado mucho en estos últimos años, aún se encuentran a niveles muy primitivos en cuanto a vehículos para transportar personas o en telecomunicaciones, entre otros muchos medios para desenvolverse en los campos de la mecánica y la electrónica. La capacidad de ustedes para transportarse es todavía muy lenta y requieren de mucho tiempo para trasladarse de un lugar a otro. Con el conocimiento que, mayormente los cisnes y también otras civilizaciones, les proporcionarán después de que hayamos efectuado el Primer Contacto, serán capaces de diseñar pequeñas naves transportadoras que los movilizarán a grandes velocidades de un punto a otro del planeta, sin que apenas haya peligro para ustedes de accidentes, como los tienen ahora, tanto esporádicamente en sus aviones como, más a menudo, en sus vehículos de cuatro ruedas (estos últimos les parecerán irrisoriamente anticuados, después que les enseñemos a construir modelos mucho más avanzados y que no precisan de neumáticos que rueden por el suelo).
En el campo de la medicina también mejorarán mucho en cuanto a cómo curar las enfermedades que puedan padecer; aunque debemos anticiparles que cuando sus cuerpos se vuelvan más livianos, debido a su progresiva sutilización molecular y a los profundos cambios interiores que están experimentando al ser bombardeados por los rayos fotónicos que les están llegando y modificando sus cuerpos más sutiles, muchas de las dolencias que sufren en la actualidad ya no representarán un problema para ustedes en un futuro muy próximo. Precisamente una de las funciones de la Nave Alfa (a la cual ya han subido algunos de ustedes en su cuerpo astral o su cuerpo mental, a pesar de que no lo recuerden conscientemente) es la sanación de sus cuerpos, tarea en la que estamos involucrados gran parte de nuestra tripulación y a la que estamos consagrados como dirían ustedes, “en cuerpo y alma”.
También estamos utilizando nuestros conocimientos científicos en el campo de la medicina, para modificar sus códigos genéticos, puesto que con su nuevo ADN manipulado y mejorado por nuestros expertos genetistas, lograrán disponer de un organismo biológico a prueba de enfermedades, siempre que no las provoquen, claro está, por problemas psicosomáticos individuales. Pero en general dispondrán de un cuerpo físico blindado, con una capacidad de regeneración molecular y celular que no han conocido hasta ahora. Imaginamos que esta noticia los llenará de gozo y alegría, ¿no es así?
Y para terminar con la comunicación de hoy, quisiéramos contestarle a nuestro inquisidor amigo y colaborador, algo más sobre la tripulación de la Nave Alfa, que es como saben ustedes, una Nave Madre o “Nodriza” como la llaman algunos allá abajo, de un tamaño tan grande que, si nosotros les permitiéramos verla con sus ojos físicos, podrían compararla a una gran ciudad flotante, con muchísimas naves (cientos de ellas) estacionadas en su ‘vientre’ y dispuestas a volar con rapidez hasta la superficie de su planeta, o incluso al interior de sus mares y océanos, donde tenemos establecidas algunas bases situadas en lugares muy profundos, a los que ustedes no tienen acceso con sus medios actuales. ¿Quiénes integramos la tripulación de la Nave Alfa y de dónde provenimos, de qué lugar del espacio quasi-infinito procedemos?
Si conocen el aforismo espiritual “lo que es arriba es abajo”, y así es realmente, les ayudará a comprender la respuesta. Si observan la tripulación de un crucero que navega por sus mares, verán que está compuesta por distintas nacionalidades: el capitán puede ser oriundo del puerto de donde zarpó el buque – o no -, el ingeniero de máquinas puede ser nativo de otro país, los camareros del bar pueden venir de un país vecino y las limpiadoras de los camarotes pueden ser de otro continente, por ejemplo. Pero es muy probable que la mayoría o al menos un gran número de los tripulantes del crucero vivan en el mismo país donde el barco ha sido construido y fletado.
Bien, pues nosotros, los que componemos la dotación de la Nave Alfa, siguiendo el símil anterior del crucero, también provenimos de diferentes civilizaciones estelares, pero la gran mayoría procede de la Constelación de Orión; son, pues, la mayoría orianos. Pero también hay muchos de nosotros que tenemos nuestro lugar de origen en otro punto de nuestro universo local.
Paz y Amor
Channeler: Cristian
de Frank
¡Saludos desde la Nave Alfa!
Estamos nuevamente de vuelta, esperando que todos ustedes estén contentos y felices con estos comunicados que les entregamos a través de nuestro canal. Nuestro querido canal tiene un deseo que le ha surgido desde su interior, y que nosotros, desde la Nave Alfa, corroboramos plenamente. Su nombre, dado por sus padres biológicos, es Cristian, no obstante, siente que desea cambiarlo por Kris-Won, y ser conocido así a partir de ahora como canal de nuestros mensajes para todos ustedes. Él sabe por qué ha elegido este nuevo nombre, no obstante, nosotros preferimos no dar a conocer públicamente el motivo de su elección, ya que no deseamos que las fuerzas del otro lado puedan utilizar esa información en provecho propio. Hay un motivo, y él lo conoce, pero les diremos que, de momento, estas canalizaciones las firmará como siendo recibidas por Kris-Won. Simplemente eso.
Alguien preguntó hace algunas semanas (a nosotros no se nos escapan esas cosas) quiénes componían la tripulación de la Nave Alfa, de dónde veníamos y también si los cisnes provenían de la Constelación del Cisne. Para la última pregunta, la respuesta es que sí, naturalmente, los cisnes son todos los que habitan la Constelación del Cisne, y que los están visitando a ustedes para echarles una mano en su progreso ascensional. Los cisnes son seres muy hermosos y de muy alta evolución, y se caracterizan principalmente por su elevado entendimiento en la ciencia y en las artes. Son grandes matemáticos y físicos, y su creatividad a la hora de construir aparatos mecánicos movidos por energía magnética e isotrónica supera a la de cualquier otra civilización de su universo local. Ellos los ayudan a ustedes principalmente influyendo en sus mentes para que mejoren sus conocimientos en física cuántica y para que avancen tecnológicamente, pues aunque han progresado mucho en estos últimos años, aún se encuentran a niveles muy primitivos en cuanto a vehículos para transportar personas o en telecomunicaciones, entre otros muchos medios para desenvolverse en los campos de la mecánica y la electrónica. La capacidad de ustedes para transportarse es todavía muy lenta y requieren de mucho tiempo para trasladarse de un lugar a otro. Con el conocimiento que, mayormente los cisnes y también otras civilizaciones, les proporcionarán después de que hayamos efectuado el Primer Contacto, serán capaces de diseñar pequeñas naves transportadoras que los movilizarán a grandes velocidades de un punto a otro del planeta, sin que apenas haya peligro para ustedes de accidentes, como los tienen ahora, tanto esporádicamente en sus aviones como, más a menudo, en sus vehículos de cuatro ruedas (estos últimos les parecerán irrisoriamente anticuados, después que les enseñemos a construir modelos mucho más avanzados y que no precisan de neumáticos que rueden por el suelo).
En el campo de la medicina también mejorarán mucho en cuanto a cómo curar las enfermedades que puedan padecer; aunque debemos anticiparles que cuando sus cuerpos se vuelvan más livianos, debido a su progresiva sutilización molecular y a los profundos cambios interiores que están experimentando al ser bombardeados por los rayos fotónicos que les están llegando y modificando sus cuerpos más sutiles, muchas de las dolencias que sufren en la actualidad ya no representarán un problema para ustedes en un futuro muy próximo. Precisamente una de las funciones de la Nave Alfa (a la cual ya han subido algunos de ustedes en su cuerpo astral o su cuerpo mental, a pesar de que no lo recuerden conscientemente) es la sanación de sus cuerpos, tarea en la que estamos involucrados gran parte de nuestra tripulación y a la que estamos consagrados como dirían ustedes, “en cuerpo y alma”.
También estamos utilizando nuestros conocimientos científicos en el campo de la medicina, para modificar sus códigos genéticos, puesto que con su nuevo ADN manipulado y mejorado por nuestros expertos genetistas, lograrán disponer de un organismo biológico a prueba de enfermedades, siempre que no las provoquen, claro está, por problemas psicosomáticos individuales. Pero en general dispondrán de un cuerpo físico blindado, con una capacidad de regeneración molecular y celular que no han conocido hasta ahora. Imaginamos que esta noticia los llenará de gozo y alegría, ¿no es así?
Y para terminar con la comunicación de hoy, quisiéramos contestarle a nuestro inquisidor amigo y colaborador, algo más sobre la tripulación de la Nave Alfa, que es como saben ustedes, una Nave Madre o “Nodriza” como la llaman algunos allá abajo, de un tamaño tan grande que, si nosotros les permitiéramos verla con sus ojos físicos, podrían compararla a una gran ciudad flotante, con muchísimas naves (cientos de ellas) estacionadas en su ‘vientre’ y dispuestas a volar con rapidez hasta la superficie de su planeta, o incluso al interior de sus mares y océanos, donde tenemos establecidas algunas bases situadas en lugares muy profundos, a los que ustedes no tienen acceso con sus medios actuales. ¿Quiénes integramos la tripulación de la Nave Alfa y de dónde provenimos, de qué lugar del espacio quasi-infinito procedemos?
Si conocen el aforismo espiritual “lo que es arriba es abajo”, y así es realmente, les ayudará a comprender la respuesta. Si observan la tripulación de un crucero que navega por sus mares, verán que está compuesta por distintas nacionalidades: el capitán puede ser oriundo del puerto de donde zarpó el buque – o no -, el ingeniero de máquinas puede ser nativo de otro país, los camareros del bar pueden venir de un país vecino y las limpiadoras de los camarotes pueden ser de otro continente, por ejemplo. Pero es muy probable que la mayoría o al menos un gran número de los tripulantes del crucero vivan en el mismo país donde el barco ha sido construido y fletado.
Bien, pues nosotros, los que componemos la dotación de la Nave Alfa, siguiendo el símil anterior del crucero, también provenimos de diferentes civilizaciones estelares, pero la gran mayoría procede de la Constelación de Orión; son, pues, la mayoría orianos. Pero también hay muchos de nosotros que tenemos nuestro lugar de origen en otro punto de nuestro universo local.
Paz y Amor
Channeler: Cristian
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