viernes, 5 de septiembre de 2014
¿QUÉ RITUALES O EJERCICIOS PODRÍAS OFRECERNOS PARA ABRIRNOS A NUEVOS NIVELES DE CONCIENCIA?
¿QUÉ
RITUALES O EJERCICIOS PODRÍAS OFRECERNOS PARA ABRIRNOS A NUEVOS NIVELES DE
CONCIENCIA?
Alejandro Jodorowsky:
Para llegar a uno mismo, al Ser
esencial, primero que nada debemos domar a esa ilusión tatuada en nuestra mente
por la familia, la sociedad y la cultura, que llamamos Ego. Ilusión con la que
nos identificamos y que nos retiene en una especie de cárcel mental. Se logra
esto, observando objetivamente hasta donde nos es posible, la cotidiana
conducta de ese personaje que nos posee. He aquí una lista, no exhaustiva, de
los defectos de carácter que debemos vencer para llegar a actuar como un ser de
un alto nivel de conciencia. Quien añade conciencia, añade felicidad a su vida.
El Ego se alaba sin cesar… El Ego se
maltrata, pero en el fondo quiere que le digan que sus defectos no son tan
graves o que lo admiren por su franqueza y “humildad”… El Ego habla sin
entender lo que está diciendo porque, en verdad, no puede conocer nada pues
gira alrededor de sí mismo… El Ego proyecta su imagen en todo el mundo. Si
tiene miedo, el mundo es feo. Si está eufórico, el mundo es bello. Si tiene
deseos perversos, ve pervertidos en todas partes… El Ego cree que él es lo que
piensa, siente, hace. Si critican algo de él, se ofende… El Ego no ve
diferencia entre lo que tiene y lo que es él. Los objetos son su continuación.
Es capaz de matar si le dañan, por ejemplo, su automóvil… El Ego goza de su
propia violencia, como también goza de su insatisfacción e incultura… Como el
tiempo es su enemigo porque lo acerca a la muerte, el Ego se preocupa de la
edad, es decir, de sus cambios físicos. Cambios que oculta con tatuajes,
piercings, adornos… El Ego siempre enjuicia a los demás poniéndose él como
medida: son mejores, peores o iguales a él… El Ego tiene buenas razones para
justificar sus errores: son culpa de las circunstancias o de los otros… El Ego
discute para demostrarse a sí mismo que es más inteligente que los otros. Su
táctica es decir “¡No!”… El Ego es codicioso: no ama sino que desea poseer… El
Ego dice que le suceden cosas “extraordinarias”: ha visto un platillo volador,
ha tenido una visión, conoce a un personaje famoso, etc. Lo que le “sucede” lo
cuenta para ponerse en valor y sentirse superior a los que lo escuchan… Cuando
alguien muere, el Ego se alegra porque no es él quien expiró… El Ego oculta un
mordisco detrás de cada alabanza que concede… Al Ego le gusta agradar y se
coloca máscaras de diferentes personalidades para caer bien. Se hace el honesto
o el fuerte o el delicado o el niño, según con quien está…El Ego se preocupa
por dejar sus huellas en algún lado: firma paredes, pone sus fotografía en
marcos, funda escuelas, lucha por obtener medallas y premios, etc… Al Ego le
gusta mandar a otros y goza apoderándose de voluntades ajenas. Sufre cuando
otro lo manda. Detesta a cualquier clase de maestro… Al Ego le gusta vivir
junto a los que tienen poder o fama y es servil con ellos por envidia… El Ego
no sabe escuchar: supone lo que le van a decir y reacciona según sus
suposiciones sin dejar hablar al otro… El Ego es un vampiro de energía: cuando
visita a alguien es capaz de hablarle de sí mismo durante horas sin preguntarle
ni siquiera si está bien de salud…
La auto-observación de nuestro Ego
debe ser constante: es la básica y esencial primera lucha para acceder a planos
de conciencia más elevados.”
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