sábado, 16 de julio de 2011
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Enviar la Luz
– a tí mismo, a otros o a una situación –
se puede hacer en cualquier momento, en cualquier lugar.
Solamente hace falta un segundo (literalmente).
La próxima vez que te hagan esperar en cualquier situación, no sólo reprimas tu temperamento;
manda la Luz.
Ahora..es el momento de liberar los lazos que nos unen a través del dolor, con las relaciones pasadas. Relaciones que han sido un aprendizaje para nosotros. Relaciones que han mostrado aspectos que tenemos que equilibrar en nuestro interior.
Estas relaciones, han estado unidas a nosotros por amor y por aprendizaje, en ayuda mutua, pues ambos crecimos y maduramos a través de la relación.
Debemos comprender que hemos vivido el amor como un aprendizaje y que es el momento de encontrar una verdadera conexión, ya no en la búsqueda de un ser que nos llene y nos haga sentir bien, sino de un ser que sea un verdadero compañero, un igual, ambos en equilibrio.
Debemos comprender, que cuando una relación se termina, es porque no debía ser y no era el momento adecuado para ambos. Simplemente nos reunimos en el camino para recorrer un tramo juntos, de manera que el aprendizaje que vivimos en conexión mutua, nos ha conducido un paso adelante en nuestra evolución.
De ahora en adelante, en lugar de buscar una pareja que nos haga sentir bien y nos complete, nos podemos sentir completos y felices en nuestro interior, cómodos estando con nosotros mismos, pues comprendemos que en nuestro interior, está la Divinidad y que somos un Ser completo. En nuestro interior, está la conexión con el Amor Puro.
Al cortar los lazos, estaremos trascendiendo e integrando el aprendizaje vivido como una enseñanza divina. Pero ya no arratraremos la energía de dolor.
¡¡¡¡¡YA ES EL MOMENTO DE SOLTARLA!!!!!
(Texto tomado del Boletin Semanal de Uriel Heals)
Tuve que hacer algo de trabajo en el sótano de mi casa, lo cual había pospuesto hasta que tuviera una tarde libre. Esa área del sótano es bastante oscura, así que traje una lámpara para dar luz al espacio. Pero aún no tenía suficiente luz así que traje otra más. Incluso con la luz extra, no podía ver lo suficientemente bien y tuve que esperar al siguiente día, después de que saliera el sol, así iluminaría todas las áreas en la esquina oscura para que viera lo que estaba haciendo. Aun así traje la luz extra, necesité la luz del sol, el cual trajo luz en todas las áreas del sótano para finalizar el trabajo.
Cuando estamos en nuestros momentos más oscuros traemos la luz de nuestro propio entendimiento para que nos ayude a ver lo que necesitamos hacer a continuación y encontrar la forma de salir de la oscuridad. Pero a veces nuestros mejores esfuerzos no son suficientes, estamos tan cerca de la situación para ser objetivos y nuestro entendimiento está basado en lo que ya sabemos y esa perspectiva no puede darnos una nueva solución. Necesitamos ayuda extra.
Así que llamamos a otros para que nos ayuden a pensar que ellos pueden arrojar una luz adicional a la situación. Pero ellos están en nuestro círculo y están en nuestra vibración energética. Mientras que tienen perspectivas útiles que ofrecer, no están lo suficientemente removidos de nuestra energía para darnos la visión superior que estamos buscando. Mientras que ellos tienen algo de luz extra para ofrecer, no siempre es de la brillantez correcta o en el lugar correcto. Necesitamos algo más de ayuda.
Y entonces miramos nuestra guía interna, la luz que sabe qué necesitamos para el siguiente paso y puede guiarnos desde el punto de nuestro ser expandido. Pedimos su ayuda después de que hemos intentado todo lo demás, ido con otra fuente y estamos en ese lugar en el que pensamos que tendremos que permanecer en la oscuridad para siempre que pedimos que ilumine las esquinas oscuras que no podemos ver. Y entonces encontramos paz. A veces esta es nuestra lección, aprender a esperar en la oscuridad, tener la voluntad de saber que la lección de los momentos más oscuros es pedir luz.
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