jueves, 24 de julio de 2014

LEMURIA - ADAMA DE TELOS

LEMURIA

Saludos mis amigos, este es Adama.
El cataclismo que destruyó la mayor parte de nuestro continente junto con casi 300 millones de nuestros hermanos creó una devastación muy dolorosa en la superficie física de este planeta y de sus habitantes. 

También creó un impacto tremendo a vuestra Madre Tierra. Casi en una noche, en su etapa final, nuestra amada Lemuria, que fue considerada por todos la Madre Patria, la cuna de las civilizaciones para este planeta, había desaparecido. El resto del mundo fue sacudido completamente, en duelo por la gran pérdida. El dolor por la pérdida de la madre patria fue tan grande que aún hoy en vuestro tiempo, la mayor parte de vosotros en este planeta aún acarreáis este sufrimiento y el trauma se depositó muy profundo en vuestra memoria celular.

Las almas de aquellos que perecieron en ese tiempo fueron las más devastadas y muchos de vosotros en la superficie, que habéis sufrido antiguamente por la destrucción de nuestro continente, os habéis cerrado a la memoria de vuestro glorioso linaje lemuriano, porque para vosotros ese final fue trágico. Vuestros dolores y duelo han sido enterrados profundamente dentro de vuestro subconsciente, esperando el momento en el cual pudieran emerger nuevamente a la superficie para ser sanados. El propósito de esta información hoy es ayudaros a todos vosotros que leeréis estas palabras, para comenzar conscientemente a sanar esos registros, primero dentro de vosotros mismos, y luego en el planeta. Por esto, mis queridos hermanos y hermanas, con gran amor y compasión, os ofrecemos nuestra ayuda.

Para todos vosotros que aún sentís el duelo por la pérdida, permitidnos compartir con vosotros que Lemuria nunca ha sido destruida, tal como ha sido percibido en vuestro tiempo actual. Mientras continúe adelgazándose el velo entre aquellas dimensiones, deseamos asegurarnos que en un futuro no demasiado distante para aquellos que están comprometidos en vuestro esplendor y gloria, se revelará a si misma ante vosotros de forma física y tangible.

A medida que vosotros os abráis hacia una forma de vida que manifieste una conciencia superior y os purifiquéis de todos los sistemas de creencias erróneos y distorsionados que habéis abrazado en el último milenio, podréis percibir a vuestra amada patria, y podréis finalmente tener permiso para entrar y ser recibidos por ella con todo el amor y la magnificencia que tiene ahora para ofrecer. Cuando estéis preparados, seréis invitados conscientemente a uniros a nosotros en este lugar paraíso. El el momento de la explosión, Lemuria y lo que representaba para este planeta, fue elevado a la frecuencia de cuarta dimensión, y más tarde a la de quinta. Continuó esforzándose y evolucionando hasta el nivel de perfección y belleza que ahora ha logrado con aquellos que vinieron en un tiempo.

Si esta información os trae lágrimas a los ojos, abrid vuestros corazones para sanar los sufrimientos que han estado enterrados por un tiempo. Dejadlos fluir e ¡irse! Permitid que fluyan vuestras lágrimas para traer sanación a cada parte de vuestro ser. Permitiros realmente sentirlo y abrazadlo dentro del corazón ayudándoos con la respiración dejando que todos esos recuerdos dolorosos sean sentidos totalmente sin reprimir ninguno. Esta es la forma en que atraeréis vuestra sanación más y más. A medida que inhaléis los sufrimientos con vuestra respiración, esas impresiones se disolverán y serán sanadas para siempre. Pedid a vuestro Ser Superior que os ayude a descubrir todos esos registros que están reteniéndoos atrás, impidiéndoos avanzar hacia vuestra nueva y gloriosa realidad.

En vuestras meditaciones diarias, os pedimos hacer este trabajo con fe hasta que sintáis que está finalizado.

Conectaos con nosotros y con nuestro amor, corazón a corazón. Somos una civilización que ha logrado grandiosas aperturas de corazón y nuestra vibración pulsa con el corazón de la Divina Madre. Gradualmente, los sufrimientos asentados profundamente, serán levantados y os sentiréis mucho más ligeros. La limpieza de este sufrimiento os ayudará a abrir vuestra remembranza y a percibir vuestra verdadera identidad. Os permitirá también hacer un salto gigantesco hacia vuestra resurrección espiritual, emocional y física.

Extracto tomado de Telos Libro 1.

de Aurelia Louise Jones.

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